- ¿Estos hechos pueden considerarse como acoso?
Lejos de poder entrar en debate sobre si se puede considerar o no acoso escolar la vivencia que está teniendo Adrián, debemos ser estrictos en su identificación y ASEGURAR que se trata de un caso de bullying debido a que cumple las tres condiciones de su categorización:
a) Diferencia entre pares: Desequilibrio
Adrián es un niño nuevo en el colegio, además de tímido y con falta de habilidades sociales, mientras que sus compañeros cuentan ya con una adaptación previa al centro y un grupo de amigos más o menos delimitado.
b) Alta frecuencia:
Aunque no se haya presentado la actitud de Adrián hasta después de Navidades, no significa que no haya vivido episodios anteriores. El problema con Félix en la plaza es sólo la cerilla que enciende la mecha. A partir de entonces, Adrián sufre varios tipos de violencia: indiferencia (cuando no juega con los demás y nadie le invita), agresión física intencionada (cuando le pegan con el balón en la cara) y agresiones verbales (menosprecios).
c) Intencionalidad:
Félix, Gonzalo e Irene muestran conductas que hacen ver claramente que disfrutan viendo sufrir a Adrián, siendo la más clara el hecho de que Irene se burla entre risas del golpe que recibe Adrián en el ojo.
Además, se ve claramente que Félix influye a Gonzalo e Irene para que también se metan con Adrián, lo que deja ver el deseo de que otros se unan a su "causa".
d) Daño psicológico:
El principal objetivo de Félix es desmoralizar a Adrián y hacerle sentir inferior empleando el juego psicológico velado: nunca hace nada que pueda ser objeto de desaprobación por parte del adulto ya que se lo transmite como que es un problema suyo no saber jugar al fútbol o no entender que los aviones se rompen.
- ¿Qué documentos o planes del centro deben contemplar y tener previstas este tipo de conductas?
Por una parte, las Normas de Convivencia del Centro y el Reglamento de Régimen Interno deben preveer las conductas no morales y marcar claramente sus límites. Es muy recomendable que, aunque suponga un gran trabajo por parte del claustro, todos participen en su elaboración, ya que las experiencias personales pueden ayudar a detectar y definir conductas reprobables. Además, estas conductas deben tener una penalización clara.
También el Plan de Acción Tutorial debe recoger la función del tutor en su responsabilidad de la construcción de relaciones sanas entre pares en su grupo-clase. Para ello, se pueden establecer dinámicas de grupo, seguimiento activo con las familias, estrategias que fomenten la confianza maestro-alumno para favorecer la comunicación de problemas, etc.
Y todo ello debe quedar reflejado en el Proyecto Educativo de Centro, en el que se presente a los padres las buenas conductas para la convivencia como un elemento clave del desarrollo no sólo emocional de los alumnos sino también académico.
- ¿Qué te parecen las reacciones del jefe de estudios y de la tutora?
Identificar un caso de acoso no es fácil hoy en día ya que el respeto entre los pares ha cambiado tal y como lo ha hecho la sociedad y a veces nos puede resultar difícil identificar que se sale de lo "habitual". Sin embargo, por la información que nos dan los padres, personalmente me parece que las reacciones del jefe de estudios y de la tutora son fruto del miedo y el desconocimiento ante qué pueden hacer para ayudar a Adrián, de modo que para quitar importancia al asunto y no alarmar a los padres, han dejado pasar el tiempo para comprobar si todo volvía a su sitio por sí mismo.
Lo primero que ha hecho mal la tutora es dar una respuesta a los padres antes de investigar más profundamente el asunto ante la información recibida. Nuestra labor es escuchar lo que preocupa a los padres y transmitirles alivio asegurándoles que nos haremos cargo del asunto e investigaremos. La tutora podría haber concertado una segunda cita y contrastar la información dada por los padres y la obtenido por ella misma, con el fin de encontrar patrones de conducta interrelacionados. Finalmente, cuando la tutora habla con el grupo, está reafirmando la postura de los agresores ya que muestra a Adrián como una víctima conocida por todos, lo cual provocará en él mayor inseguridad y aislamiento por vergüenza y pérdida de autoestima.
En lo que al Jefe de Estudios respecta, su reacción es producto de la suposición de que Adrián era el que estaba invadiendo la pista de fútbol, sin pararse a pensar o investigar por qué estaba allí. Ante la reprimenda, lo único que ha ganado es que Adrián pierda la confianza en el adulto y, por tanto, que cada vez cuente menos en el colegio si tiene algún problema. Además, ha reforzado lo que le hace sentir Félix: lo que sufre son consecuencias de sus propias acciones; lo cual deja a Adrián indefenso y con poca credibilidad hacia sí mismo. Finalmente, el Jefe de Estudios no ha sido un elemento de apoyo para la tutora, ya que le ha encomendado la tarea de quitarse de encima a los padres, no solucionar el problema, lo cual lleva a una sensación de soledad ante el problema que hará que la propia maestra pueda sentirse desbordada.
- ¿Qué medidas educativas y/o disciplinarias podrían activarse ante estos hechos?
La tutora debería haber investigado los hechos. Por ejemplo, podría haber pedido que en los turnos de patio, que es donde se observa mejor la socialización de los niños, la dejaran vigilando el punto en el que se encuentre jugando su clase para identificar los sub-grupos y actividades que llevan a cabo. Además, debería tener un cuaderno de incidencias en las que apuntar tanto los detalles como los puntos álgidos de las relaciones entre Adrián y sus compañeros, con el fin de poder interrelacionarlos y estudiar su frecuencia y miembros implicados.
La tutora, en lugar de hablar en clase sobre el problema con Adrián y obligar a los alumnos a jugar con él, debería haber potenciado dinámicas de clase (grupos de aprendizaje cooperativo, juegos de socialización, etc.) para dar la oportunidad a los alumnos de conocer a Adrián y a él de buscarse su propio hueco basándose en sus habilidades atractivas que pueden resultar atractivas para el resto de la clase.
Una vez Adrián cuenta cómo sus compañeros se burlan descaradamente de él y los padres lo informan a la tutora y el Jefe de Estudios, el R.R.I debe ser aplicado de forma estricta y se deben tramitar los documentos necesarios para imponer partes de conducta, lo cual sirve como modelo al resto de grupo-clase de que efectivamente los agresores son los que están teniendo conductas inmorales ante otro compañero, de modo que sirva de freno para posibles "seguidores" de Félix.
Por último, se podría haber derivado a los alumnos agresores y al alumno víctima a talleres de habilidades sociales convocados por el Ayuntamiento de Madrid o incluso se podría haber pedido ayuda al orientador del centro para que les derivara al pediatra y, éste a su vez, a Salud Mental, ya que tanto la falta de autoestima como una conducta agresiva puede ser resultado de conflictos emocionales individuales o situaciones familiares que se vivan en casa.
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